jueves, 25 de febrero de 2010

Degustación de vinos hasta caerse

En Mendoza, mi ciudad,  en estos días se hace una degustación de vinos para promocionar los mejores cortes. Como la zona está llena de turistas, es un momento inmejorable. En unas viejas vías del tren que cortan la trama urbana, se montan carpas, una por  cada bodega. La producción local es importante, Mendoza es una de las diez capitales Mundiales del vino. 

El Malbec es la variedad más prestigiosa. Pero también se puede tomar muy buenos Cabernet,Sirah, y mi preferido, el Merlot.La cosa empieza al atardecer con la compra de un tique por un valor de unos seis dólares, que incluye una copa de generosas dimensiones. 

Cada persona puede visitar 6 locales de bodegas, lo que equivale a que a la medianoche, están todos algo borrachos. El tono de las risas empieza a subir. Las horas pasan y la gente no se mueve. hay intercambio de brindis, mezclas de todo tipo, de vino y de personas. A esa altura de la noche, los gringos turistas ya se sienten más criollos que los locales. 

Con buen criterio, la policía evita los controles de alcoholemia, porque eso atenta contra la difusión de nuestra industria madre. Sin embargo, misteriosamente, la gente llega sana a su casa. Y el dios Baco rabaja en esto durante 3 noches. Así se comienzan en mi ciudad cada año, a fines de febrero, los festejos por la Vendimia.(Q)