sábado, 22 de mayo de 2010

Argentina es una de Stephen King

 












Veo en la tele: la presidenta habla a todo el país para dejar iniciados los festejos por el Bicentenario. Habla bien y le pone energía, pero... Cuánto peso para una sola persona. No porque sea mujer. Pienso en los últimos presidentes argentinos, me los imagino en estas pompas y tampoco me termina de cerrar.
Es que esta cuestión lleva demasiada carga, son dos siglos de país, y en ese tiempo pasó de todo. Pienso en la muerte y el exilio de tanta gente. De tricorno, chambergo, sombrero, boina o gorrito, todas esas cabezas pensaron y muchas de ellas después rodaron. Y no en un sentido metafórico.

Nuestra generación por ejemplo, la del setenta, que perdió treinta mil argentinos. Para darse una idea deben imaginarse una cancha llena de pibes muertos. Bueno, pero la realidad  fue aún mucho peor, secuestrados, torturados, violados, demembrados, arrojados al mar.


Desde el Centenario a la fecha, se han sucedido varios golpes militares, convocados por civiles que pretendían desplazar a sus enemigos por la fuerza. En cada uno de estos golpes, la violación de la Nación. Y antes todavía, la aniquilacion de los estados indìgenas, la vejación y esclavitud de sus mujeres, la muerte a sangre fría de los guerreros dueños de sus tierras y de sus hijos.


La destrucción de la naturaleza, bosques, estepas, pampas, la aniquilación de la flora y la flora nativa para dar paso a negocios inmobiliarios. Coronel X, ha derrotado al cacique Y pasa a ser propietario de las tierras Z que van desde el Atlantico a la Cordillera, Ah, el trinfo de la Civilización, el exterminio de la Barbarie!

Por lo que supe al estudiar Historia Argentina, la violencia ha sido una constante. Desde el mismo nacimiento. El siglo diecinueve fue una guerra de todos contra todos, de tacuaras contra fusiles, un rodar de cabezas y de tripas en las pampas o en las plazas de los pueblos.

No hay que buscar mucho. Las calles llevan los nombres de los responsables. Yo vivo en la calle Coronel X. Vos en la del General Y. Que hacemos con la culpa de nuestra inacción ante la historia, de no buscar activamente la justicia, de no honrar a los difuntos ?  Qué se puede esperar de un país construído sobre un enorme cementerio ?


La nuestra es una historia pavorosa. Este es el Bicentenario de un país caníbal. Si como dicen Dios es argentino, seguro vamos todos al horno! Por eso veo pequeñas a nuestras autoridades allá en sus palcos de Buenos Aires, no por ellas, sinó por el formidable peso de los fantasmas que las rodean.

La mayoría de la gente disfruta de un fin de semana muy largo y, según su rango y posición social, comen asado o toman un avión. Sin reflexionar en lo más mínimos sobre estos feos asuntos que esconde la llamada "argentinidad". Y en el momento oportuno limpian sus conciencias y gritan Viva La Patria !

Ahora los músicos del rock nacional cantan en el escenario del Bicentenario, veo la bandera y tengo que contener un lagrimón. Me siento incluido. No soy insensible al sentimiento colectivo, pero falta tanto por hacer...
Argentina es un argumento de Stephen King. Los miles de muertos de dos siglos no descansan y andan buscando justicia. Como zombies nos comen el seso. Es inútil esconderse. Nuestra historia mete miedo. Y así no hay patria posible. (Q)


lunes, 3 de mayo de 2010

Teretulias Literarias, manual de comportamiento

 




No hay cosa más atroz en las presentaciones literarias, ni nada que corra más al público que las largas sesiones de palabras, que intentan destacar una obra y termina a los bostezos.

En esos casos, cuando la verborragia excede lo razonable, suelo salir un momento, sigilosamente, a tomarme un café, o en casos de mayor hartazgo, una porción de muzarela y vino tinto. En esta técnica de evasión es muy importante llegar antes que todos se hayan ido, y poner cara de yo no fui. Es recomendable sentarse en los laterales del salón, ni muy atrás ni muy adelante, para tener libertad de movimientos.

Si el clima afuera es inclemente, una técnica recomenda es ir acompañado de un amigo o amiga divertido,  de esas personas afines que disfrutan sutilmente de las ironías, con las cuales uno se entiende con una mirada. Eso sí, reirse para combatir el aburrimiento es definitivamente de mal gusto, pero están permitodos gestos faciales de todo tipo.

Estas técnicas no intentan descalificar las presentaciones de libros, pero debo confesar que, siendo inevitables, las prefiero de breve duración, lo menos protocolar posible, y con la menor cantidad de vedetismo de las personas que  deban hablan. Mis respeto a los presentadores que agradecen a quienes colaboraron, que no se atribuyen todo, y que dejan lugar a los otros. Mis respetos a los comentaristas que improvisan, que tiene sentido del humor. Y respecto a los autores, en su día todo les esta permitido, menos la extensión insoportable.


En el caso de que la Tertulia Literaria pinte para plomo, si te has ubicado en el lugar indicado, vas a poder irte y no volver. Al salir vas a respirar profundo, disfrutando del espacio y del tiempo que vuelven a ser tuyos.

Como dije, a veces es mejor irse. Siempre vas a poder comprar el libro y mandarle vía mail una salutación al autor .(Q)