jueves, 2 de octubre de 2008

EL INFIERNO DE VIVIR TAN LEJOS DE TODO


Fui cobarde o realista? En los hechos no me mandé a la aventura ni siquiera cuando la última dictadura le puso precio a nuestras cabezas. Los argentinos pasamos parte de nuestra vida idealizando las sociedades más exóticas. En Alemania, en Perú, en Cuba, en España, en Japón estaríamos mejor. He sentido, aunque no me lo he confesado hasta ahora, que alguno de esos lugares podía ser mi sitio. Tonto no? En la práctica no me fui a vivir a ningún paraíso ideal . Porque tengo un sitio y es acá. Bah, no sé, digo.

Creo que ese sentimiento, que a los monjes medievales los llevaba a creer que en otro convento podían ser santos, lejos de la gente conocida que impide su desarrollo espiritual. Los religiosos le llamaban el pecado de acidia.

El blog de un argentino en japón cuenta la mirada, durante varios años, de alguien criado en estas pampas que vive de trabajador golondrina en el país nipón.


Es integrante de esa legión que emigró del país por razones económicas. A poco de llegar comenzó a tener una mirada distinta de la cultura japonesa, cultura de sus ancestros.

Es que la realidad es otra cosa y nuestros, pobres mortales vivimos en permanente estado de insatisfacción, cometiendo el peor de los pecados, la acidia. Aunque el que viajó por lo menos hizo la experiencia. Cada uno decide su camino. Malo es desear y no animarse, para esos de nosotros, no hay cielo. Aunque para los que se fueron y ahora no encuentran su lugar ni en un sitio ni en otro, se instala una especie de infierno personal.


Del blog Un argentino en Japón: "Soy uno de los sudamericanos descendientes de japoneses que a fines de los 80 llegaron en forma masiva a estas islas en busca de una mejor calidad de vida, es decir, un inmigrante económico.

Mi vida aquí, por sus características, es un poco diferente a la de aquellos que llegaron becados o contratados por empresas importantes.

Hasta la fecha trabajo como obrero en una fábrica de autopartes, digo hasta la fecha porque en cualquier momento puedo quedar en la calle, así de inestable es la situación de los extranjeros que se desempeñan como mano de obra no calificada en el archipiélago.

Obviamente, la visión que tengo de este país no es la del turista, ya que sufro esta cultura día a día. Justamente ese es el motivo por el cual escribo, para descargar el estrés que la rutina diaria me provoca.

El trabajo manual y repetitivo me está matando poco a poco, si no es por esta válvula de escape creo que enloquecería.

Es insoportable el tormento de vivir todos los días el mismo día, sabiendo de antemano que esto ha de ser así, al menos mientras califique solo para androide dentro del mercado laboral japonés.


Para finalizar con este pequeño perfil del autor: Ya dejé de tener la imagen romántica de estas tierras, la tecnología me importa poco y nada. A pesar de lo crítico que puedo ser, admiro en muchos aspectos a este pueblo.

No hay nada más desagradable para mí que pasear por Tokio, prefiero la tranquilidad del pequeño pueblo en donde vivo, este lugar no es el paraíso pero está menos cerca del infierno que las grandes ciudades. En fin, no es fácil vivir dentro de una sociedad alienada como esta.…Y para colmo de males, me he casado con una nativa.

El desdichado autor de este blog.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola:
Pues espero que estes mejor pues tu vida no se ve tan divertida ni sencilla pero pues echale ganas, veo que colocaste imagenes de anime supongo que te gusta por que estan geniales .Pero pues supongo que la vida de alla es muy compleja jejejejejejeje Bueno eso lo que das a entender y por que no cambias de pais tal vez te vaya mejor en otro bye