lunes, 16 de noviembre de 2015

Un combate donde dos tipos mono-logan












Cierto es que el tema es delicado  y un tropezón les pudo salir caro a los candidatos a presidente, Mauricio Macri y Daniel Scioli. A diez días de las elecciones, las cartas están echadas, a menos, claro, que haya una sorpresa.

En el debate de anoche no las hubo, simplemente porque cada uno se ajustó a su libreto. A Scioli le sirvió para intentar mostrar que tiene el carácter y la decisión para ser presidente sin recurrir al gobierno anterior. "Mas Scioli que nunca", había dicho y de algún modo logró no salirse de esa posición. Para no caer en la trampa que le tendía su oponente, afirmaba que el será un nuevo gobierno, no el mismo que acaba el 10 de diciembre. Y creo que esta estrategia, que era uno de sus puntos débiles, fue suficientemente aclarada. Si es cierto o no, eso no lo sabe ni él. En todo caso, lo dirá la historia.

Macri por su parte, trató de eludir los temas picantes. Ante las acusaciones de ajuste y devaluación, se puso una coronita de santo, afirmando que no lo haría, sin embargo al diablillo se le le escapa la cola cuando habla de un dólar a 14 pesos.

La mejor frase la dijo Scioli: "Si no has podido resolver el problema de los trapitos, como vas a resolver el narcotráfico". La más desafortunada, la de Macri, cuando dijo: "Me rindo"

El intercambio no aburrió, más por la actitud corporal de los oponentes que se llamaban a la pelea, que por lo dicho, que no fue gran cosa. No estoy seguro que el evento dé vuelta muchos votos, porque los candidatos prefirieron fidelizar a su tropa, que ganar nuevos adeptos.

No fue un debate entre Perón y Alfonsín, sino entre dos paracaidistas de la política. Y lo peor es que esto marca el nivel actual de la política Argentina.