Viernes a la noche. Era la primera vez y a pesar de la cara de comandante Ikari, por dentro tenía mi procesión. Pero la fiesta fluyó. Como si fuera parte de una rutina, como si en Mendoza esto fuera algo instalado, todo salio de perlas. Pero no, fueron los amantes del manga y el animé. No puedo estar más que satisfecho por la gente. Su entusiasmo. La inesperada cantidad de trajes. Calidad y cantidad. Ya daremos cuenta de los ganadores, de quienes nos apoyaron, datos técnicos y fotos. Por ahora, hay que reponer fuerzas, por si atacan los ángeles.
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