martes, 28 de septiembre de 2010

Un wisky sobre la tumba de mi padre

 


 Ayer pude pagar una deuda con el Parque de Descanso, al menos de la parcela donde descansa el cuerpo de mi padre. Además cancelé a perpetuidad los gastos por mantenimiento. Quedan otros temas familiares que resolver, pero aún en asuntos de difuntos, es bueno ir paso a paso.

Siempre es feo el tema de la muerte. Mejor no hablar de él pensamos, pero, que te puedo contar, ahora que cumplí, que le dí tranquilidad eterna a sus huesos, puedo alejar el gesto incriminatorio de mi viejo, que me reprochaba, cada vez que no pagaba la cuota de su, llamemoslo, Club Social. Me veo tentado a decir que lo embromé, que ya no me puede reprochar nada. Pero no es así, simplemente cumplí con él.

Ayer, que hice el pago, fue un día bien primaveral, y aunque no me creas, haber honrado las deudas que pesaban sobre los restos de su cuerpo, me hace sentir más liviano.

Es posible que anoche, que me mandé una sobredosis de wisky, él me haya ayudado, porque el vaso bajaba más rápido de lo normal. Aunque en vida, esa bebida no lo atraía, quizá la muerte lo cambió. Es posible, así lo sentí yo, que mi viejo, o su espectro, me acompañó a escuchar blues hasta las tres de la mañana. (Q)

lunes, 20 de septiembre de 2010

Lecturas olfativas







Uno de los libros que más me impresionó fué "El perfume, historia de un asesino". Es la primera novela del escritor alemán Patrick Süskind, publicada en 1985 bajo el título original Das Parfum. Me impresionó porque, cuando creía que nada nuevo podía pasarme al leer, puso en movimiento un sentido que nunca había asociado con la lectura, el olfato.

Como ésta es la respuesta a un amigo lector que quería algunas recomendaciones de libros que nos hubieran flasheado, (yo traduje "flashear" como "impresionar") me puse perfeccionista. Suponiendo que cada palabra significa aproximadamente algo, estuve buceando. "Impresión es el efecto que causa en un cuerpo otro extraño." Aunque no es alta literatura, la novela me golpeó, literalmente, en la naríz.

Impresión me han causado algunos libros, entre miles. Un caso básico, típico de adolecente, fue "Las moscas" de J. P. Sartre y por supuesto "La metamorfósis" de F. Kafka. Me doy cuenta que lo que llamamos "impresión" en una obra, tiene siempre algo que ver, íntimamente, con nuestra parte animal.

El Perfume no es ni por asomo, el mejor libro que he leído, pero sí el más olfativo. Si la pregunta no hubiera incluido el flash o impresión, otros libros hubieran estados en la respuesta. Pero si sigo con estas disquisiciones obvias, esta nota  vá a empezar a oler mal (Q)