Nuestro reconocimiento por la difusión de la movida que culminó en el resurgido barrio de La Alameda, otrora zona roja, ayer noche, epicento de la tremenda fiesta Cosplay Mendoza.
En la foto, Otto fire, Sci fi y el Señor Q (con lentes negros).
No sé que van a hacer los votantes de EEUU en el cuarto oscuro, donde de verdad nadie los vé, si obedecer a su inteligencia y apoyar el cambio, o dejarse llevar por el ancestral impulso del razismo, el temor al diferente. Es increíble que la historia juegue estas cartas.
Yo debo reconocer que dentro del cuarto de votación siempre me dejé llevar más por el impulso, casi votando imposibles, utopías sin la más mínima chance de ganar. Dejando de lado toda razon o conveniencia racional o personal, se termina votando con la emoción. Eso puede ser bueno si tu emoción está guiada por sentimientos de amor a la humanidad. Pero...
Qué podemos esperar de los muchos votantes que tienen todavía un pequeño KK Clan en su corazón? No son todos, de ningún modo, pero son varios millones.
El superagente 86 a cargo de la presidencia de los EEUU, el llamado W, hizo mucho para llegar a esta disyuntiva. Sus inconcebibles errores y el extremo aprovechamiento del miedo que llevó al pueblo a entregarle la suma del poder, lo asemejan a un emperador romano.
Y a grandes males, grandes remedios. Wall Street quiere retirar todas las ganancias antes del cambio presidencial, no vaya a ser que el próximo jefe sea un tipo de verdad democrático y busque y castigue a quienes abusaron del capitalismo.
Sacar al mundo de la peor crisis del capitalismo global, es una tarea enorme y más si se interpone la raza o la religión. Los patrones de comportamiento, las teorías económicas, los expertos, nada pueden aportar cuando dos monstruos más peligrosos cuando más desconocidos, atacan simultáneamente, la informática acelera las relaciones hacia el futuro, mientras el racismo manda todo a las cavernas.
En esta situación, nadie tiene idea de cual es el panorama que se viene. Nunca se conoce la salida a una crisis. Eso es obvio. Por eso es crisis. Pero la dinámica que agrega la informática a las relaciones finacieras, eso es nuevo e incontrolable. El pánico de los banqueros puede ser tan grande como grande es su influencia. Y eso es mucho.
Los financistas se equivocan al tener miedo del hombre de color. No deberían preocuparse tanto. Aún en el caso de ganar, para gobernar, se debe, irremediablemente, negociar con el poder real.
El blog de un argentino en japón cuenta la mirada, durante varios años, de alguien criado en estas pampas que vive de trabajador golondrina en el país nipón.
Es integrante de esa legión que emigró del país por razones económicas. A poco de llegar comenzó a tener una mirada distinta de la cultura japonesa, cultura de sus ancestros.
Es que la realidad es otra cosa y nuestros, pobres mortales vivimos en permanente estado de insatisfacción, cometiendo el peor de los pecados, la acidia. Aunque el que viajó por lo menos hizo la experiencia. Cada uno decide su camino. Malo es desear y no animarse, para esos de nosotros, no hay cielo. Aunque para los que se fueron y ahora no encuentran su lugar ni en un sitio ni en otro, se instala una especie de infierno personal.
Del blog Un argentino en Japón: "Soy uno de los sudamericanos descendientes de japoneses que a fines de los 80 llegaron en forma masiva a estas islas en busca de una mejor calidad de vida, es decir, un inmigrante económico.
Mi vida aquí, por sus características, es un poco diferente a la de aquellos que llegaron becados o contratados por empresas importantes.
Hasta la fecha trabajo como obrero en una fábrica de autopartes, digo hasta la fecha porque en cualquier momento puedo quedar en la calle, así de inestable es la situación de los extranjeros que se desempeñan como mano de obra no calificada en el archipiélago.
Obviamente, la visión que tengo de este país no es la del turista, ya que sufro esta cultura día a día. Justamente ese es el motivo por el cual escribo, para descargar el estrés que la rutina diaria me provoca.
El trabajo manual y repetitivo me está matando poco a poco, si no es por esta válvula de escape creo que enloquecería.
Es insoportable el tormento de vivir todos los días el mismo día, sabiendo de antemano que esto ha de ser así, al menos mientras califique solo para androide dentro del mercado laboral japonés.
Para finalizar con este pequeño perfil del autor: Ya dejé de tener la imagen romántica de estas tierras, la tecnología me importa poco y nada. A pesar de lo crítico que puedo ser, admiro en muchos aspectos a este pueblo.
No hay nada más desagradable para mí que pasear por Tokio, prefiero la tranquilidad del pequeño pueblo en donde vivo, este lugar no es el paraíso pero está menos cerca del infierno que las grandes ciudades. En fin, no es fácil vivir dentro de una sociedad alienada como esta.…Y para colmo de males, me he casado con una nativa.
El desdichado autor de este blog.