martes, 14 de octubre de 2008

PAPÁ PUÑOS DE DINAMITA


Todos los paraguayos odian a papá/ Porque este hombre es un demonio/ Porque cuando suena la cumbia nadie la baila como él/ Porque papá se cogió a la más linda del Samber Club/ cuando todos los paraguayos bailaban cachaca mexicana/ Ahora la luna apenas entra por los reservados/ una mesita con un Gancia a medio terminar.../ Papá ha muerto a manos de la colectividad paraguaya/ Y de nada le sirvieron sus puños de dinamita, su fama de secuestrador de colectivos.../ Y la paraguaya que papá se cogió en el samber Club/ la que se hace trincar con cualquiera que no sea paraguayo, baila en el escenario. / La luna, afuera, ilumina la estación Constitución



Y LO SAC
ARON DEL LUNA PARK EN AMBULANCIA : Pero no precisamente del Luna, / sino de una placita que está a la vuelta ,/ hasta que después de un lumínico,/ intenso cotejar, avergonzados/ corrierona al darse cuenta que los vieron en pleno acto amoroso. / Y finalmente los cercaron,/ los robaron y al Junior le cortaron / la cabeza.../ Les rogaba por algún Dios que no lo mataran y eso pasó.../ La pandilla castradora le pone velas a Lorena Bobbit. /Detrás las grúas del puerto/ iluminadas en un atardecer rosado/ iban lentamente/ inclinando ascuas y ganchos / al son de un suave y blando movimiento








Al márgen: Seleccionamos los fragmentos más delicados del libro
Zelarayán, de Washington Cucurto, texto buscado por el que escribe durante más de cinco años y finalmente hallados en manos del propio W.C., quien me lo vendiera por el valor de cinco pesos. El pequeño volúmen aclara que ha sido seleccionado para el Plan de Promoción de Cultura de la Presidencia de la Nación. Las fotos son mías, sacadas al boleo la pasada semana en la esquina de Av. de Mayo y 9 de Julio, Buenos Aires.


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