Ni la intimidad de tu frente clara como una fiesta /ni la privanza de tu cuerpo, aún misterioso y tácito y de niña, / ni la sucesión de tu vida situándose en palabras o acallamiento / serán favor tan persuasivo/ como el mirar tu sueño / en la vigilia de mis ávidos brazos.
Virgen milagrosamente otra vez por la virtud absolutoria del sueño, / quieta y resplandeciente como una dicha en la selección del recuerdo, /me darás esa orilla de tu vida que tú misma no tienes,
Arrojado a la quietud / divisaré esa playa última de tu ser /y te veré por vez primera quizás como un dios ha de verte, /desbaratada la ficción del Tiempo /sin el amor, sin mí.
Virgen milagrosamente otra vez por la virtud absolutoria del sueño, / quieta y resplandeciente como una dicha en la selección del recuerdo, /me darás esa orilla de tu vida que tú misma no tienes,
Arrojado a la quietud / divisaré esa playa última de tu ser /y te veré por vez primera quizás como un dios ha de verte, /desbaratada la ficción del Tiempo /sin el amor, sin mí.
Antelación del amor, Poema de Jorge Luis Borges.
1 comentario:
¡Excelente blog! Me encantan las notas sobre diversos temas.
Maravilloso poema de Borges en esta entrada... va muy bien con la imagen.
Saludos!!
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