Podemos creer por más que las encuestas lo digan, que la mayoría del pueblo norteamericano ha cambiado tanto en estos últimos años para elegir un presidente negro, y encima medio pacifista?
No sé que van a hacer los votantes de EEUU en el cuarto oscuro, donde de verdad nadie los vé, si obedecer a su inteligencia y apoyar el cambio, o dejarse llevar por el ancestral impulso del razismo, el temor al diferente. Es increíble que la historia juegue estas cartas.
Yo debo reconocer que dentro del cuarto de votación siempre me dejé llevar más por el impulso, casi votando imposibles, utopías sin la más mínima chance de ganar. Dejando de lado toda razon o conveniencia racional o personal, se termina votando con la emoción. Eso puede ser bueno si tu emoción está guiada por sentimientos de amor a la humanidad. Pero...
Qué podemos esperar de los muchos votantes que tienen todavía un pequeño KK Clan en su corazón? No son todos, de ningún modo, pero son varios millones.
El superagente 86 a cargo de la presidencia de los EEUU, el llamado W, hizo mucho para llegar a esta disyuntiva. Sus inconcebibles errores y el extremo aprovechamiento del miedo que llevó al pueblo a entregarle la suma del poder, lo asemejan a un emperador romano.
Y a grandes males, grandes remedios. Wall Street quiere retirar todas las ganancias antes del cambio presidencial, no vaya a ser que el próximo jefe sea un tipo de verdad democrático y busque y castigue a quienes abusaron del capitalismo.
Sacar al mundo de la peor crisis del capitalismo global, es una tarea enorme y más si se interpone la raza o la religión. Los patrones de comportamiento, las teorías económicas, los expertos, nada pueden aportar cuando dos monstruos más peligrosos cuando más desconocidos, atacan simultáneamente, la informática acelera las relaciones hacia el futuro, mientras el racismo manda todo a las cavernas.
En esta situación, nadie tiene idea de cual es el panorama que se viene. Nunca se conoce la salida a una crisis. Eso es obvio. Por eso es crisis. Pero la dinámica que agrega la informática a las relaciones finacieras, eso es nuevo e incontrolable. El pánico de los banqueros puede ser tan grande como grande es su influencia. Y eso es mucho.
Los financistas se equivocan al tener miedo del hombre de color. No deberían preocuparse tanto. Aún en el caso de ganar, para gobernar, se debe, irremediablemente, negociar con el poder real.
1 comentario:
Queridos lectores, me llama la atención que esta nota no haya sido subida al FACEBOOK, me pregunto: Porqué será?
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