Ya que los mendocinos somos lo mejor de la Argentina, hemos sido invitados para supervisar, de lejos y en forma anónima e inconsulta, la elección del chileno más representativo de la historia. Bueno, que me han pasado unos datos y el asunto me interesó. La elección está reñida por el simple hecho que la izquierda presenta nueve candidatos, mientras la derecha sólo uno. La situación parece una trampa momia.
Sin embargo, también es cierto que la izquierda en latinoamérica ha estado siempre dividida. Y que esto es lo que se refleja en la lista. Este show televisivo, similar al que se realiza en otras partes del mundo, tiene su atractivo. Votá si te interesa la cuestión latinoamericana, nadie dice que los hermanos de latinoamérica deban abstenerse.

Malvado como soy al juzgar las reacciones de nuestro pueblo televidente, pensé algo más simple, que los votantes identificados con el Che corrían imaginariamente en motocicleta y después con el fusil por las selvas viviendo intensamente como en una propaganda de desodorantes. El Che ganó por la sed de aventura de cada uno de los aburridos votantes??? El representa la suma de cada anhelo personal, la gran aventura del pequeño burgués argentino en una sociedad aburrida. No se enojen, conciudadanos, es apenas una hipótesis. Después San Martín se llevó, esperable, todos los laureles.

En la votación triunfa hasta hoy, por un porcentaje reducido, una figura representativa de la derecha, Arturo Prat, quien si la memoria no me falla tuvo algo que ver en que Bolivia perdiera su la salida al mar a Bolivia. Si me equivoco, que me corrijan.
Cerca de Prat se posiciona Salvador Allende, quien está creciendo rápidamente. Creo que su gesto heroico en la resistencia de La Moneda (Casa de Gobierno de Chile) ha merecido el reconocimiento.
Quizá los hombres o mujeres que mejor representan el ideario de un país puedan cambiar de acuerdo a las necesidades del pueblo. Pero este es el momento de Allende, simplemente por su coherencia absoluta, ejemplificadora. Recordemos que con la asonada de Pinochet, comenzó la catástrofe represiva en Sudamérica.

En el ejemplo de Allende, siento envidia por la clase dirigente que tienen los trasandinos. Cuántas veces me hubiera gustado que alguien en este país, cualquiera, el presidente más groso o el más dibujado, hubiera defendido la Casa Rosada con su vida. Impensable ?