Como estamos entrando en invierno, los cuyanos miramos la cordillera con desconfianza, dándonos cuenta que cruzar es peligroso, y así ha sido por siglos. Comienza el viento zonda y sabemos que el paso de la cordillera se vá a cerrar. Quedar atrapados no es, nunca fue, algo divertido. Peligro de muerte. Empezamos a extrañar.
Algunas personas me han preguntado qué me atrae de esa ciudad porteña. Eso es algo irracional, no demasiado analizable, pero lo intento: océano y puerto, patrimonio arquitectónico, calles laberínticas, bohemia respetable, y sobre todo, algo que no tienen las clásicas ciudades dameros hispanas, misterio.
Valparaíso tiene todo lo que a Mendoza le falta. Es su contraparte perfecta. Para lo bueno y lo malo.
No quiero ser parcial en mi opinión, pero creo que Mendoza nació y creció por Valparaíso. Los viajeros y las mercaderías que se dirigían al puerto del Pacífico, frecuentemente, para estos mismos tiempos de mayo y junio, quedaban atrapadas al este de la cordillera. En Mendoza, donde a veces se afincaban. Muchas familias mendocinas tiene este origen.
No quiero ser parcial en mi opinión, pero creo que Mendoza nació y creció por Valparaíso. Los viajeros y las mercaderías que se dirigían al puerto del Pacífico, frecuentemente, para estos mismos tiempos de mayo y junio, quedaban atrapadas al este de la cordillera. En Mendoza, donde a veces se afincaban. Muchas familias mendocinas tiene este origen.
Yo simplemente estoy enamorado de Valparaíso. Y las opiniones de un enamorado no deben ser tenidas en cuenta.
1 comentario:
Estoy totalmente de acuerdo con vos.Valparaiso es un sueño tan cercano a nosotros y tan desperdiciado. Tiene lo que a nosotros nos falta
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