lunes, 26 de mayo de 2008

LOS SOLES SUBTERRÁNEOS


Mientras escribo estoy vivo doblemente, dijo Raúl Silanes en una entrevista que le hizo Martín Campos, para los cuadernos Piedra y Canto. Dice Me siento cerca de los débiles, sencillamente porque soy uno de ellos. Ese hombre doblemente vivo, ese hombre que está con los débiles porque se siente uno más, ha demostrado, aunque nunca necesitó demostrar nada, que estas cuestiones de humanidad, simplemente son parte de su naturaleza.

La primera conversación que tuvimos en una librería donde él trabajaba, hace ya muchos años, sentó las bases de una gran afinidad. Desde entonces vengo siguiendo su carrera. Como escritor lo había conocido por Los Soles Subterráneos, libro premiado y editado por la SADE, creo que en el 83, una SADE de lujo, presidida por Ana Villalba. La edición llevaba el diseño de Ricardo Casnati.

Ana explicaba a sus discípulos, no siempre amigables con la literatura de Silanes, los porqué de su poética. Ponderaba la estructura, el lenguaje, las imágenes, pero a ella la encandilaban esos soles subterráneos. El ritmo, decía, iba creciendo, hasta que al final, se sentían las campanas de un atardecer. Puse oído a los textos y ocurrió. Los Soles Subterráneos es un libro que sigo leyendo. Recuerdo algunas líneas de memoria, y eso no me suele pasar.


Con Blanca Arancibia hablamos muchas veces de Raúl, de la calidad de su obra. Agotábamos los poemas. Blanquita, como la llamábamos, era una de mis tías favoritas. Docente en literatura francesa en la UNC, para escándalo de mi familia vivía un tiempo en Mendoza y otro en La Sorbona, estudiando. Era una verdadera especialista en poesía contemporánea. Sabía lo que decía.


Un aspecto en la personalidad pública de Silanes, que siempre me ha llamado la atención y que tiene que ver con el concepto de Los soles subterráneos, es su invisibilidad. Que desde luego él cultiva. Raúl tiene en claro hasta que punto el ámbito externo distrae y puede anular la creatividad.


Se podría pensar que en cada uno hay dos personas, una privada y una pública. La pública domina, limita y asfixia a la privada, hasta que nada bueno puede salir de ella. Hace tiempo me di cuenta que el adormecimiento de la vida pública se debe a que en ella sólo se muestran los méritos, nunca los defectos, y una danza de méritos es como una danza de esqueletos.


Si la cultura fuera tan frontal como el deporte, podríamos escuchar esta frase: Ahora que no están entre nosotros Abelardo Vázquez ni Fernando Lorenzo, quién podrá salvarnos? Raúl, pibe, Raúl Silanes.


Links de interés
www.proyectodesiertos.8k.com - Su obra digital, notas semanales, un foro cultural, su carrera como escritor.

www.librosdeldesierto.8k.com

www.losandes.com.ar/nota.asp?nrc=20040 - Nota de Raúl Silanes sobre el Encuentro mundial de poesía en Chile , marzo de 2001.

www.losandes.com.ar/nota.asp?nrc=23397 - Nota de Raúl Silanes sobre la palabra devaluada del poder.

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